Seamos sinceros, eso de cambiar nuestra rutina y viejos hábitos es muy difícil y debemos ser muy constantes para que el cambio se produzca. La buena voluntad es la primera que asoma y nos ayuda a dar el primer paso, pero lo complicado es mantenerlo en el tiempo y convertirlo en un nuevo hábito.

Por eso debemos empezar con cambios no muy drásticos, que no nos generen mucha ansiedad y nos permita seguir avanzando con nuestro propósito.

Empezar a consumir aguacate podría ser un buen comienzo.  Está considerado como un superalimento por sus magníficas propiedades y sinfín de beneficios para nuestro organismo; una fruta de sabor suave y textura cremosa.

Además tiene un gran poder saciante por su alto contenido en fibra y grasas sanas por lo que podrías consumirlo casi a diario, aunque siempre de manera controlada.